El espacio es ese gran problema que casi todo el mundo padece cuando va a decorar su hogar. Si experimentas ese inconveniente en una habitación, quizá deberías plantearte el uso de camas nido. ¿Quieres saber cómo funcionan? Pues sigue leyendo el siguiente artículo.
Como decimos las camas nido son excelentes alternativas cuando en habitaciones pequeñas necesitamos colocar dos camas. El hecho de tener dos camas siempre visibles se come demasiado espacio y hay niños que no quieren dormir en literas. Para esos casos las camas nido salen en nuestro rescate.
Y es que las camas nido son excelentes para optimizar al máximo el espacio, porque en el mismo espacio de una cama tenemos dos, ganando de esta manera espacio, comodidad y funcionalidad.
Al leer “comodidad” puedes que hayas pensado que ésta no es tanta, porque cada noche tenemos que sacar la cama y volverla a guardar a la mañana siguiente. Y sí, la verdad es que ése es quizá el inconveniente mayor de este tipo de camas. Pero cuando el tamaño de la habitación aprieta, cualquier alternativa es bien recibida. Además, el mercado ha evolucionado mucho y cada vez los sistemas de apertura son más cómodos.
Y es que la incomodidad de la apertura se compensa con creces con el hecho de que por el día podemos disponer de un amplísimo espacio para que los niños jueguen a sus anchas y, al llegar la noche, la cama nos brinda sus servicios dándole al niño una cama cómoda en la que dormir.
Por cierto, otra de las ventajas que vemos en las camas nido frente a otros sistemas de optimización de espacios para las camas como las literas, son la seguridad que las camas nido dan. En una litera el riesgo de caída es alto, mientas que la cama nido no da prácticamente ningún quebradero de cabeza a los padres.
Hablando de comodidad a la hora de dormir, aclarar que los colchones que podemos utilizar en las camas nido son ligeramente especiales, con menor altura que los normales. Pero el mercado también nos ofrece una gran variedad de colchones de este tipo.