Dormitorios de invitados

¿Tienes una habitación en casa con poca o ninguna utilidad y suele venir gente a tu casa a dormir? ¿Qué te parece transformar ésta en un lugar en el que tus invitados se sientan como en su casa? A continuación te ofrecemos unas pautas generales para lograrlo.

Y es que crear un dormitorio de invitados perfecto no es solo colocar una cama, una mesita de noche y cuatro accesorios decorativos, sino que se trata de que ellos se sientan como en casa, tengan la edad que tengan o los gustos diferentes. Y a continuación veremos pautas para lograrlo con éxito.

Al ser el tipo de habitación que es, es preferible un estilo simple a algo pomposo. No vale la pena crear un ambiente de lujo digno de un hotel de 5 estrellas, especialmente si se usa muy pocas veces. Además es que no hay que olvidar que esta habitación es para que nuestros invitados duerman, pero también nosotros en el día a día daremos cuenta de ella estudiando, planchando, etc.

¿Y cómo darle vida a este espacio sin crear un estilo demasiado marcado? Puede haciendo uso de algunos elementos decorativos como cuadros y otras decoraciones que nos permitan embellecer el espacio sin necesidad de crear un estilo específico.

En esta habitación es preferible no poner demasiados objetos personales. Piensa que queremos que el que duerma allí se sienta acogido, y puede que en una habitación con muchas fotos personales no lo consiga. Con ellas estaremos demostrándole muy claramente que no está en su casa. Lo ideal es que nuestros huéspedes no sientan que están durmiendo en la habitación de otra persona.

¿Quieres un truco para saber si tu habitación de invitados es cómoda? Lo mejor es que pruebes a dormir tú una noche en ella y analices sensaciones. Puede que ésas mismas son las que sienta la otra persona. Si te sientes bien, casi seguro que ellos también.

Para conseguirlo por supuesto debemos colocarles ropa de cama cómoda. Hablamos de almohadas, sábanas, mantas, toallas para el baño, etc. Lo ideal es que en ese aspecto se sientan como en un hotel, que no tengan que pedir nada porque todo está esperándoles en la habitación.